domingo, 27 de junio de 2010

El Informe de Estilo

Esta semana he estado dedicado en cuerpo y alma a la que espero sea la última revisión de la novela. Sí, la última, porque la he realizado tomando como referencia el Informe de Estilo recibido desde la editorial.



¿Qué es el Informe de Estilo? Es el informe que se elabora sobre el manuscrito de la novela para depurar, no la trama, sino los siguientes aspectos:

-Gramaticales: se buscan posibles gazapos, errores de tecleo; frases con estructuras poco claras; aliteraciones; repeticiones; sujetos confusos en las oraciones.

-Ortográficas: en mi caso, está referido a las diferentes grafías árabes empleadas a lo largo del libro. Por ejemplo: nombres propios (¿Yúsuf es más correcto que Yussuf o Yusuf; Abd Alláh o Abdalá?), lugares (¿Wadl-as o Wadi Ash?), etc. Hay que seleccionar y seguir un criterio, ya que según la bibliografía que uno mire unos expertos te lo escriben todo de una forma más castellanizada, otros son más puristas, etc.

-Posibles anacronismos: por ejemplo, en una hoja mencionaba como especia a la vainilla, ¡que fue descubierta con América! Claro, yo me refería la vainilla índica, pero resulta que las plantaciones de vainilla en el Indico fueron plantadas allí posteriormente a su descubrimiento. O sea: adiós vainilla, coloquemos azafrán.

-Detalles de la trama: sí, más detalles de la trama. Al final, después de más de diez revisiones, es normal que se haya quedado colgada alguna frase que pertenecía a una escena ya modificada, y que por tanto está fuera de lugar, o entra en contradicción con otra parte de la historia. Así que a revisar y corregir la trama y aspectos del hilo temporal.

-Sinónimos: se plantean alternativas a palabras que se repitan con frecuencia, para evitar eso, su repetición sitemática tal cual.

-Modismos: por mucho que uno pretenda escribir como hace siete siglos, al final uno vive en el presente. Es inevitable que se cuele alguna expresión actual inadecuada. El informe las detecta y propone alternativas.

Redactar el informe de estilo requiere una concentración inmensa; una mente alerta; una evaluación continua de cada palabra, de cada frase, de cada contexto de la frase, de cada escena de la novela, de la novela entera. Así que no me extraña que hayan tardado tanto en elaborarlo. Chapeau por el Revisor, con su santa paciencia.

Cuando lo recibí el lunes, me angustié, pensando que si no corregía todo lo que señalaba y más, si no revisaba todo meticulosamente, el libro quedaría para la posteridad imperfecto. Imperfecto para la Eternidad. Y eso, después de tanta ilusión y dedicación, para mí sería un fracaso.



Terminé hace dos horas con las correcciones en una semana maratoniana e infernal. Está listo y ya enviado a la editorial la nueva versión del manuscrito. Quiero creer que todos estos detalles subsanados harán que, en vez de contar una buena historia, el libro trascienda a otro nivel y sea algo más.

¿Cuál será el siguiente paso? El diseño de la portada, y de eso hablaré, si todo va bien, en mi próxima entrada...