domingo, 6 de marzo de 2011

El título y la importancia de un buen final

He terminado. Mi segunda novela está lista para entregársela a la Agencia. Ha sido un trabajo arduo pero muy satisfactorio, que me ha llevado un año de correcciones. Pensé que tardaría menos, pero este año ha sido agitado: "El esclavo de la Al-Hamrá" (Ediciones B) ha tenido la culpa. Las correcciones antes de pasar a la imprenta, la creación de la página Web, la promoción de la novela, las presentaciones, entrevistas, reseñas...

Pensé que en el verano lo tendría listo. Pero la Crisis, el trabajo, asuntos familiares, la vida... la vida. Está terminada, ahora. Estructura, sinopsis, contraportada... Estoy creando unos mapas para complementarla y un glosario, así como la nota final. Sólo falta una cosa: el título.

Tengo un título provisional, que en su momento me pareció fabuloso, pero ahora tengo mis dudas. El título no sólo presenta la obra, debe tener algo especial, una razón de ser, un doble significado. Debe llamar la atención, estar unido a los protagonistas, y ser corto. Y sobre todo, debe ser original. El que tiene ahora, investigando, resulta que ya se empleó en otro libro de hace unos años (serendipia).



Tan importante como el título, que es la presentación, es un buen final, un final acorde con los personajes, y que sea un broche al clímax del penúltimo capítulo. Un final que sobrecoja al lector, que muestre cómo han evolucionado los personajes, cómo se han adaptado a la Vida, y lo más importante para mí, que llene al lector de esperanza. Necesitamos sueños y esperanzas en nuestras vidas, más aún en estos tiempos de crisis. Los personajes se enfrentan a nuestros mismos conflictos, sufren, pero también aprenden, toman decisiones, se enfrentan a la vida, y encuentran fuerza en los que le rodean, en los que les quieren, para no rendirse. El lector debe cerrar el libro con los ojos brillantes, pensando que el sol brilla todos los días.

Además, con astucia, he colocado pistas a lo largo de la historia, para que el lector se pregunte sobre algunos personajes. Es una historia cerrada, pero abierta a una continuación, porque con mis personajes ya madurados ambiciono crear una trilogía o una serie. Los lectores tendrán la última palabra. En cuanto tenga los últimos flecos cerrados os adelantaré el título y la contraportada.

¡Dromones! ¡El Mar de Propontis! ¡Constantinopla!