domingo, 9 de octubre de 2011

Sobre e-books

Este fin de semana he tenido de la fortuna de hacer una de las cosas que más me apasionan: documentarme sobre el terreno. He estado en una ciudad maravillosa de nuestra geografía (que no desvelaré) documentándome, visitando su histórico legado, y haciendo muchas, muchas fotos. En la tienda de regalos, además, encontré un fabuloso libro documental sobre la arqueología del sitio en cuestión, que estaba buscando desde hace tiempo. Estudios, hipótesis, análisis rigurosos y mucha Historia y de la buena detrás; justo lo que necesitaba.

Además he podido compartir una velada interesantísima con un fabricante y distribuidor de lectores de libros eléctricos en nuestro país, lo que me ha dado una nueva visión del futuro que ya se entrevé en el mercado editorial. Os dejo la esencia de nuestra conversación.




-El libro electrónico se extiende
, pero muy poco a poco. De momento los e-books sólo existen con tinta electrónica en blanco y negro, aunque se rumorea que en China ya han conseguido un e-book con tintas de colores, hay algunas fotos del dispositivo pero nadie lo ha visto aún físicamente.

-La venta de libros electrónicos está condicionada por un lado por el precio impuesto por los editoriales, casi el mismo que en soporte físico. Por otro, la compra de e-books no es cómoda, ya que a diferencia de EEUU se requiere que cada vez que uno quiera comprar deba introducir sus datos completos, nombre, dirección, tarjeta de crédito. En EEUU, una vez dado de alta con sus datos, basta hacer "clik" (con sus ventajas e inconvenientes)

-Le comenté que el lector de e-book ideal sería el que permitiera usar el dispositivo tanto como lector como procesador de textos; que pudieras leer y escribir, vamos. De momento, aunque permiten la escritura (mediante teclado físico o virtual en pantalla táctil), no es práctico para textos largos, debido a la lentitud en la velocidad de refresco de la pantalla.

-Pronto es posible que además de la opción de poder comprar títulos individualmente, entre en funcionamiento la opción de suscripción mensual; una tarifa plana que permita leer todos los libros que uno quiera al mes o al año.

-En España, las editoriales aún desconfían de este nuevo formato. Si se atreven a digitalizar, lo hacen sobre obras ya amortizadas. El problema es la piratería, que en este país es un mal endémico, me comenta que en EEUU se castiga incluso con prisión, lo que hace que allí las compras legales sean mayoría.

Un buen elenco de nuevos escritores, como Blanca Miosi, Marta Querol, Armando Rodera, Sergio Ros... ya han apostado por el formato e-book, en un paso decidido por la innovación. ¡El futuro se acerca!